
El yoga como lo conocemos esta dejando de existir.
Estudios de yoga abren y cierran cada año, maestros internacionalmente reconocidos son expuestos por sus abusos, aplicaciones de fitness cambian la forma en que conectamos con las disciplinas físicas, las redes sociales crean estilos de vidas perfectos e imposibles de alcanzar.
Yo me pregunto ¿Puede el Yoga adaptarse a este nuevo mundo?
Esta práctica milenaria se ha tenido que transformar a través del tiempo para poder adaptarse a las diferentes culturas y practicantes que la han hecho parte de su vida. De ser una disciplina que se enseñaba en la India de maestro a alumno en una cueva, hoy en día se enseña en miles de estudios alrededor del mundo.
El yoga se ha vuelto parte de la cultura popular haciéndose presente en festivales masivos, los maestros yoguis ya son iconos de las redes sociales
e incluso términos en sánscrito son utilizados de forma coloquial.
Es interesante ver alumnos convertidos en fanáticos y maestros en influencers. Las redes sociales han difundido lo que es el Yoga en todo el mundo pero hay que ser capaces de cuestionar acerca de la calidad de contenido que se está difundiendo.
Lo positivo de todo esto es que un estilo de vida milenario se ha vuelto parte de nuestra cultura, ahora es tiempo de reflexionar acerca de las implicaciones que esto conlleva.
Te has preguntado…
Si el yoga se está volviendo una simple disciplina más del catálogo de bienestar?
Si dominar el parado de manos es un parámetro de avance en los practicantes?
Si el número de likes es la nueva forma de medir el nivel de autoestima?
Si la conexión mente y cuerpo se puede ver reflejada en una selfie?
Si tomar una formación de 200hrs es suficiente para dar clases?
Y lo más importante, dentro de todo este folklore.
¿Será que estamos viendo la caída del Yoga? O ¿Será que estamos en una etapa de transformación?
Esta caída desde mi punto de vista es una etapa de transformación. Es un buen momento para reflexionar acerca de cómo integramos esta disciplina a nuestra vida.
Los alumnos, maestros, estudios y plataformas de yoga tenemos el poder de decidir qué va a suceder con esta disciplina.
Antes de que escriba mi comentario.
Me dejas un gran sabor y alegría en el Alma y corazón con esto que Escribes hoy. Acerca de, » La Caída del Yoga»… Personalmente y con toda humildad. Yo no creo, que el YOGA, caíga. Desde mi apreciación y Amor, entrega a ésta; no sólo, Disciplina, Práctica Física, Estilo de Vida ó Más bien Filosofía. Desde el 1er contacto que tuve con el, en mi 1a Clase de Yoga Terapéutico. Y que retomó, con mi 1a Clase de Yoga Kundalini. Y así… hasta conocer casi, todos los » estilos» de Yoga, que hoy se dan,ejercitan. Muy a mi pesar, en forma interrumpida, en su práctica Física. Más desde aquella 1a Clase. Para mí se abrió no sólo una Puerta, sino cuasi, un Portal. En el cual no he dejado de «navegar», » indagar» «estudiar» «intentar vivir»; y hasta «perecer». Sin llegar aún a mi último aliento.
De ello, me permito comentar que el YOGA: desde mi más profundo sentir y lo que he visto, compartido experimentado en su práctica de Vida y práctica Física.
Es: Que aún no ha renacido, desde su más profundas raíces y practicas ancestrales de las diferentes Culturas, que han habitado en ésta Nuestra Tierra Viva.
Apenas quizá nos encontramos e camino… hacia encontrarnos con él e introyectarlo en nuestras Vidas. Como lo que en verdad es! Y para la Evolución de nuestro Ser y Humanidad Existente hoy y e un Futuro.
Soy instructor de Yoga.
He observado. Que en varios casos se hace en forma comercial.
He tenido alumnos que en 5 años de ir a otro lugar . No conocían la relajación y menos una meditación .
Siendo así. Que en la primer clase a través de la relajación he hecho un leve intento de relajar y apenas una auto observación del interior.
Y automáticamente se a autoexpulsado de la clase. Como si hubieran experimentado algo horrible.
Lo considero en ese aspecto que muchos ven la rentabilidad en $$$$
Por eso se desvirtúa la enseñanza.